Pues quizá sea un error pensar que todo lo que escribo es para ti.
Quizá me hayas dejado huella, sin lugar a dudas,
pero nunca pienses que vales más que mis palabras desnudas,
nunca me digas con soberbia que nunca te acercarás a mí.
Nunca pienses que estás por encima de mis sentimientos,
porque tu superioridad sólo será cierta en mis pensamientos,
porque aunque me rechaces como un rico rechazaría una propina,
nunca podrá tu soberbia más que esa ingenuidad que tu corazón lastima.
No me dejas acercarme, pero nunca te alejas.
No quieres que piense en ti, y tampoco en otras.
No me tomas, pero tampoco me dejas.
Pues no juegues conmigo… Tú también te equivocas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario