sábado, 3 de septiembre de 2011

Un beso de parte del Sol

¿Sabes que le pregunté al Sol ayer
a quién reflejaba en tus miradas,
hasta hacer brillar más que él
tus ojos negros en la luna blanca?

¿Por quién suspirabas cada atardecer
cuando el día consumía su magia,
y dejabas tus memorias caer
en dulces lágrimas de nostalgia?

¿Sabes que le pregunté a las olas
que una vez bañaron tus playas,
si ellas también huyeron solas,
con heridas de amor bajo el agua?

¿Si también habían quedado sordas
tras oír los cánticos de las barcas,
que de oro llenaban las costas
donde desembocaban tus lágrimas?

¿Sabes que pregunté a un lucero
hasta dónde llegaban tus luces de ámbar,
guiando a corazones y veleros
hasta donde varaban sus esperanzas?

¿Sabes que le pregunté a una estrella
qué pensabas cuando mirabas al cielo,
y qué pedías cuando pasaba la estela
que dejaban los amores verdaderos?

¿Sabes que nadie sabía nada de ti,
que me dijeron que eran mis sueños,
los que estaban hablando por mí,
de sentimientos que no eran ciertos?

Lo dijeron como si lo tuvieran todo claro,
lo que era verdad, y lo que era mentira.
Como si hubiera en el mundo algo exacto.
Como si lo supieran todo de la vida.

El Sol desfallecía, las nubes se ahogaban.
Los violines tocaban tus sinfonías blancas.
Las estrellas se escondían, el lucero lloraba.
Las barcas iban a la deriva en el agua.


Sólo entonces supe que mentían,
que todos sabían lo que era amarte.
Que al tomarme por loco, fingían,
pues ninguno había conseguido olvidarte.

martes, 30 de agosto de 2011

In the heart of the nicest human being

What can we do for our lives,
to make them easier to stand?
Could we ever see the light
that comes right from the Sun?

Will its heart stand the ice
that will cover its warm skin,
after the world sees in your eyes,
the purest worship to humankind?

Will the rivers reach the seas
after having caught your smell,
without getting blind to see
how you reflect on them?

Will the fire destroy the trees
after having enlightened your gaze?
Will the clouds rain over the streets
after having wet your face?

Will the fruits grow up again
after having touched your teeth?
Will there be a goal to attend
after having tasted your lips?

Will you ever remember these days…
when we still think of us together?
Will our heart endure this race?
Are these dreams to last forever?

Will the joys of all those years
we thought would come alive,
come over all the bitter tears
we dropped night after night?

Will all those times we cried
be the prelude of future smiles?
Will the life reward the sighs
my heart still keeps inside?

Will our dreams become the trains
would go through lands we’ve never seen…
where we could break our chains
to fly to worlds where we’d have wings?

Will I ever have a second chance
that lets me answer such a thing?
Will my heart just find a place
in the heart of the nicest human being?

viernes, 26 de agosto de 2011

Cuentos de hadas

Las olas del mar soñarán de nuevo
con esa playa de arena dorada,
virgen como la piel que en invierno
cubrirán con sedas tus manos blancas.

Las nubes por el cielo irán de nuevo
hacia islas desiertas de Sol y de agua,
transparente como el humo del fuego
que calentará las noches heladas.

Y los pájaros cantarán alegres,
al son de acordes de tu voz de plata;
llenarás de vida las cumbres agrestes,
con las flores de la mejor fragancia.

Y cuando hables se apagarán los truenos,
que encendieron en mí esas palabras.
Vendrán sonidos de mundos de ensueño,
y en torno a ti, continuarán su danza.

Y cuando mueras, volverá el silencio
que paró en el aire las gotas de agua,
y los relojes pararán el tiempo,
pues las manillas te echarán en falta.

Y cuando llores, llorarán de miedo
hasta los más atrevidos fantasmas.
Y al sonreír, derretirás el hielo,
y estremecerás a piedras y estatuas.

Y cuando hables, escucharán los cielos,
atentos a tu sinfonía mágica.
Y cuando calles, hablarán los necios,
y nunca nadie podrá decir nada.

Y cuando vengas, sonreirán los niños,
y florecerán claveles y dalias,
y al irte, un mundo dejarás rendido,
y se postrarán ante ti sus lágrimas.

Cuando te vayas, volarán los sueños,
y las olas no encontrarán la playa.
Pero sólo entenderás lo que siento,
cuando también tú estés enamorada.

domingo, 10 de julio de 2011

Cogito ergo sum

Nazco y luego muero.
Río y luego lloro.
Canto y luego callo.
Bailo, pero me caigo.

Pienso y luego olvido.
Cojo aire y no respiro.  
Fracaso y me resigno.
Amo y luego me rindo.

Camino y luego me paro.
Me paro y luego me canso.
Ando y luego me siento.
Me oriento, pero me pierdo.

Pregunto, y nunca lo entiendo.
Me voy, pero siempre vuelvo.
Miro, y me quedo ciego.
Me levanto, pero tropiezo.

Reímos y lloramos.
Perdemos y ganamos.
Sonreímos y sufrimos.
Nos quejamos y seguimos.

Corremos, y paramos.
Nos esforzamos, pensamos.
Nos quedamos en blanco.
No podemos con tanto.

Saltamos, gritamos.
Miramos a un lado.
Nadie nos hace caso.
Nos derrumbamos.

Nos consolamos y traicionamos.
Nos queremos y odiamos.
Lágrimas. Nos hacemos daño.
Heridas. Nunca nos curamos.

Escribimos y borramos.
Llovió y nos empapamos.
Escampó y nos lo creímos.
Desfallecimos. Nos ahogamos.

Viento. Tenemos frío.
Aire. Estamos vacíos.
Fuego. Nos consumimos.
Simplemente existimos.

¡Escúchame! ¿Veremos el cielo?
¡Espérame! ¿Perdemos el tiempo?
¡Contéstame! ¿Está todo perdido?
¡Mírame! ¿Esto tiene sentido?

jueves, 30 de junio de 2011

Himno de los sueños

Dicen que te habías quedado sordo,
pero llevabas los oídos dentro.
Decían que te habías vuelto loco,
pero sólo tú estremeciste al cielo.

Cuando aquellos sonidos de oro
cantaron al mundo entero,
y las lágrimas mojaron a todos,
y no cayeron hojas aquel invierno.

Y se llenaron los mares de rojo,
con las notas de tu corazón enfermo,
un rojo pasión que lo invadió todo,
secó las olas, y paró el tiempo.

Notas que nos honraron a todos,
al compás de tus acordes eternos,
con la magia de aquellos tonos,
que pusieron sonido a los sueños.

sábado, 21 de mayo de 2011

Nunca lo habéis sabido

¿Por qué sólo abrís vuestros libros
cuando nadie os puede mirar?
¿Por qué os convertís en lo mismo
que tantos otros son ya?

¿Por qué salís del refugio profundo
que os protege del frío cortante,
y dejáis helarse al mundo,
pasivos ante desastre?

¿Por qué dejáis que los infelices
os inyecten ignorancia en sangre?
¿Por qué os reís de crueles chistes
que tanto os indignaron antes?

¿Por qué cuando huyeron los otros
de la mirada de ideales imposibles,
y éstos se refugiaron en vuestros ojos,
también los evitásteis, impasibles?
¿Por qué ya no soñáis de día
y dejáis que el mundo descanse,
y escapáis de aquella utopía
que tanto tiempo anhelásteis?

¿Por qué vendísteis aquellas entradas
para el concierto de la sabiduría,
y dísteis vuestro tesoro a las arcas
de los bancos de botellas vacías?

¿Por qué han podido todos ellos
con vuestros ideales de felicidad?
¿Por qué ahora os reís de aquellos
que no comparten vuestra vanidad?

¿Por qué enriquecéis el poder injusto
de la banalidad que paraliza la vida,
y conducís la belleza del mundo
a un eterno callejón sin salida?

¿Por qué habéis sucumbido
a la pereza de la humanidad?
¿Por qué habéis renunciado
a vuestro derecho a la libertad?

¿Por qué os entregásteis resignados?
¿Por qué os habéis dejado llevar?
¿Por qué dejásteis que los dados
decidiesen las reglas del azar?

¿Por qué los niños de antaño
ahora quedan en el olvido?
¿Por qué os hicieron daño,
y vosotros os habéis rendido?

No necesito respuestas.
Nunca las habéis tenido.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Just a dream

I was waiting for that day
when the stars would shine again,
and everybody would pray
for everyone to be friends.

When our eyes could see the glories
that our hurries now keep hidden,
and our ears hear the stories
that our hands have never written.

When the sea would be bright blue,
like it used to be before,
when the love would be for sure
what it is not any more.

When the heaven would be small
for all the good hearts on Earth,
and we’d be able to cope with all
what we are since birth to death.

When the water would be clean,
and the rivers would stay cold,
for the fishes to live and swim
to the seas of another world.

When the people crying with strength
would only drop happy tears,
and the crying of all those men
would rise up new smart ideas.

When we could always dream
to feel our heart beating near.
When all those who still scream
would tell things that deaf could hear.

A path of just one way,
and no more nightmares to fear.
No more trips far away,
and a chance to be happy here.

And no more clocks for time to pass,
in the seconds of lives of vanity.
And no more talents to go apart
with a feeling of lost capacity.

Where people would always laugh
and there wouldn’t be sadness.
Where we could be always loved
with the best stories madness.

And that day when the sun would rise,
with the light that our happiness could bring,
the world could even have a bigger size
for the bigger hearts of human beings.

Wonderful.
What a pity it was a dream.

sábado, 7 de mayo de 2011

Soledad eterna

Pude ver la vergüenza en su rostro,
y oír su silencio con lástima.
Encontré soledad en sus ojos,
y en sus labios palabras de rabia.

Pude ver sus manos mojadas
de lágrimas de muchos llantos,
y notar sus piernas cansadas
por querer huir de otros tantos.

Sola por no tener falsos amigos,
ni buscarlos en bares de copas.
Por no huir de aquellos libros
que ignoraban tantas otras.

Sola porque buscaba verdades,
y no solamente mentiras ciertas,
porque vistió los trajes del amor
y nunca quiso vestidos de fiesta.

Pero sólo ella se vio en la Luna,
porque no buscaba espejos,
porque no quería estrellas cerca,
y sólo vio las que estaban lejos.

Y sólo ella vio el Sol de la mañana,
cuando iluminó su soledad,
pues las demás dormían cansadas,
de tantas horas de banalidad.

Y sólo ella navegó por historias,
y no por ríos de belleza artificial,
y sólo ella retuvo en su memoria,
la clave del pacto con la soledad.

Y fue la única que vivió su vida,
aunque contara granos de arena.
Y por eso yo supe aquel día,
que sus lágrimas merecían la pena.

Sus lágrimas de soledad eterna.

viernes, 6 de mayo de 2011

Una segunda oportunidad

¿Nacerán de nuevo esta primavera
las flores que pisaron nuestros pies,
y vendrán más noches de luna llena,
a llenar los ríos de plata otra vez?

¿Será el nuevo Sol el Sol aquél
que iluminó el llanto ignorado
de las nubes que vinieron ayer,
a llover las lágrimas del pasado?

¿Será la luz tardía del amanecer
que un día despertó el porvenir,
la que mañana volvamos a ver
alumbrando el camino a seguir?

¿Serán aquellas olas que al venir
mojaron la arena de los recuerdos,
las que ahora sequen los momentos
que inundan las aguas de abril?

¿Las hojas que cayeron al suelo
desde ramas de hondo desprecio,
crecerán otra vez hacia el cielo
a proteger a un mundo en silencio?

¿Será añoranza la tristeza que ayer
nos produjo el recuerdo de la nostalgia,
y esperanza la belleza que comprender
nunca nos permitió su magia?

¿Evitarán los designios de la buena suerte
los malignos errores de un mundo de azar,
para evitar que a la vida quite la muerte
la ilusión de una nueva oportunidad?

domingo, 1 de mayo de 2011

Esperando a Godot, tercer acto

VLADIMIR: ¿Qué? ¿Nos vamos?
ESTRAGÓN: Vamos.

(Se levantan y se van a buscar la cuerda. Anochece, y al poco tiempo, regresan con la cuerda, cuando ya es noche cerrada.)

VLADIMIR: Gogo, con esta cuerda tan corta no podemos ahorcarnos bien. Tenemos que ir a buscar una piedra para subirnos.
ESTRAGÓN: Vamos.

(Dejan la cuerda y se van. En ese momento llega Godot. Apenas distinguimos sus formas en la noche. Parece buscar a alguien, y al no encontrar a nadie, saca una carta de su bolsillo y la deja junto a la cuerda. Sale Godot, y entra en el escenario Pozzo, solo y dando tumbos.)

POZZO: Aaay… aaay. Ya ni siquiera puedo andar. Aaayy… Desde que me quedé ciego nada tiene sentido.

(Pozzo tropieza con la cuerda, y se cae.)

POZZO: Aaay, ni siquiera sé por dónde voy. Qué daño me he hecho.

(Pozzo coge la cuerda. Sigue andando, y tropieza con una piedra. Se cae junto al árbol del camino.)

POZZO: ¡Lucky! ¡Lucky! ¡Ayúdame!

(Lucky no aparece. Pozzo se sienta junto al árbol y, llorando, manosea la cuerda. Retrocede, coge la piedra, se sube en ella, ata la cuerda al árbol y se ahorca. Amanece y llegan Vladimir y Estragón con la piedra que fueron a buscar.)

VLADIMIR: ¡Gogo! Hay un hombre ahorcado.

(Se acercan hasta el cuerpo inmóvil de Pozzo).

ESTRAGÓN: Didi, mira el lado positivo, ahora tenemos una piedra para cada uno.
VLADIMIR: ¡Es Pozzo! Ha dejado una carta.

(Vladimir lee la carta y mira a Estragón con cara de asombro.)

ESTRAGÓN: ¿Qué dice?
VLADIMIR: Está firmada por Godot.
ESTRAGÓN: ¿No decías que era Pozzo? Didi, estás perdiendo facultades.
VLADIMIR: Gogo, ¿sabes lo que esto significa? ¡Godot ha estado aquí! Ha venido a buscarnos.
ESTRAGÓN: ¿A nosotros?
VLADIMIR: Tanto tiempo esperando y aparece justo cuando nos vamos… ¡Vayamos a buscarlo!
ESTRAGÓN: ¡Venga, vamos! ¿Dónde lo buscamos?
VLADIMIR: Aquí dice que está en aquel bosque, más allá del camino.

(Ambos levantan la cabeza al horizonte, lentamente, con cara de asombro.)

ESTRAGÓN: Didi, eso es peligroso… ¿Para qué queremos encontrar a Godot?
VLADIMIR: Siempre lo hemos buscado. Algo bueno tendrá.
ESTRAGÓN: Didi, tiene que ser una trampa para que vayamos al bosque.
VLADIMIR: ¿Por qué iba a serlo? ¿No te fías de Godot?
(Estragón se queda pensativo. Permanecen en silencio durante un rato.)

ESTRAGÓN: ¿Cómo sabes que es Godot? Si ese Godot bueno existiese, habría impedido que este hombre muriese.
VLADIMIR: Pero él quiso morir.
ESTRAGÓN: Didi, dices cosas demasiado difíciles.
VLADIMIR: ¡Es verdad! ¡Vayamos a buscar a Godot! Quizá el camino sea difícil, pero merecerá la pena encontrarlo, ¿no?

(Estragón lo mira extrañado.)

ESTRAGÓN: Didi, yo de aquí no pienso moverme.
VLADIMIR: Pues yo me voy.
ESTRAGÓN: Vale.
VLADIMIR: ¡Cómo me voy a ir yo solo!

(Vladimir mueve los brazos airado)

ESTRAGÓN: Pues no te vayas.
VLADIMIR: Sí, me iré sin ti.
ESTRAGÓN: Vale.
VLADIMIR: ¡Tú sigue diciendo vale, Gogo!
ESTARGÓN: Mmmm, vale.

(Vladimir se aleja contrariado. Estragón queda extrañado en el mismo lugar, sin comprender el enfado de Vladimir.)

ESTRAGÓN: Ehhh… ¿Didi?
VLADIMIR: ¡No me hables!
ESTRAGÓN: Mmmm, vale.

(Permanecen en silencio. Después de un rato, Vladimir se da la vuelta indignado, y mira fijamente a Estragón.)

VLADIMIR: ¿Así vas a solucionar las cosas? ¿Sin hablar?
ESTRAGÓN: Didi, me has dicho que no hablase.
VLADIMIR: Es verdad. Habla.
ESTRAGÓN: ¿Y qué digo?
VLADIMIR: ¿No querías hablar?
ESTRAGÓN: Sí. ¿Ya puedo?
VLADIMIR: ¡Sí! ¡Habla!
ESTRAGÓN: ¿Y qué digo?
VLADIMIR: Nada, déjalo.

(Permanecen en silencio un rato. Parecen haber olvidado a Pozzo y a Godot, y haber retomado la rutina que los caracteriza.)

VLADIMIR: ¿Qué quieres que hagamos ahora?
ESTRAGÓN: No sé.
VLADIMIR: ¿Pero tú sabes algo?
ESTRAGÓN: No sé.
VLADIMIR: Yo sigo pensando que deberíamos ir a buscar a Godot.
ESTRAGÓN: ¿Y por qué no vamos?
VLADIMIR: Porque tú dijiste que no querías ir.
ESTRAGÓN: Es verdad.

(Callan de nuevo.)

VLADIMIR: ¿A quién piensas esperar?
ESTRAGÓN: ¿Vendrá otra vez Godot?
VLADIMIR: No lo sé.
ESTRAGÓN (Profundamente aliviado): ¡Menos mal!

(Vladimir lo mira perplejo.)

VLADIMIR: ¿Menos mal qué?
ESTRAGÓN: Que no lo sabes todo. ¿Sabes qué?
VLADIMIR: No.
ESTRAGÓN: ¡Menos mal!
VLADIMIR: ¿Qué?
ESTRAGÓN: Digo que menos mal que no lo sabes.
VLADIMIR: ¿Qué no sé el qué?
ESTRAGÓN: No lo sé yo tampoco.

(Vladimir menea la cabeza en un signo de compasión.)

VLADIMIR: Gogo, ¿te das cuenta de que no hemos ido a buscar a Godot, cuando llevábamos toda la vida esperándolo?
ESTRAGÓN: Creo que sí.
VLADIMIR: Hemos desaprovechado nuestra oportunidad.
ESTRAGÓN: ¿Pero al final existe o no?
VLADIMIR: ¡Pues claro! Si dejó la carta.
ESTRAGÓN: Pero… (Estragón muestra un gesto de lucidez, seguido por otro de satisfacción)
Podría ser una carta falsa.
VLADIMIR: Es verdad.
ESTRAGÓN: Ya lo sé.
VLADIMIR: ¿Qué sabes?
ESTRAGÓN: Que es verdad. Yo no miento.

(Silencio.)

VLADIMIR: ¿Qué vamos a hacer ahora?
ESTRAGÓN: No sé.
VLADIMIR: Íbamos a ahorcarnos. Por eso fuimos a buscar una piedra, ¿recuerdas?
ESTRAGÓN: Sí, pero ahora tenemos dos piedras.
VLADIMIR: ¿Y cuál es el problema?
ESTRAGÓN: ¿Cómo las repartimos?
VLADIMIR: No había pensado en eso.

(Ambos miran las piedras con un gesto de preocupación.)

ESTRAGÓN: ¿Qué hacemos con Pozzo?
VLADIMIR: No sé qué quieres hacer ya con él.
ESTRAGÓN: Hombre, Didi, no vamos a quitarle la piedra, ¿no?
VLADIMIR: Pero si está muerto, Gogo.
ESTRAGÓN: ¿Se puede robar a los muertos?
VLADIMIR: Pues la verdad es que no lo había pensado.

(Silencio.)

ESTRAGÓN: Didi, ¿has visto que él nos quitó la cuerda?
VLADIMIR: Es verdad.
ESTRAGÓN: ¡No tenemos cuerda!
VLADIMIR: ¿Para qué quieres una cuerda?
ESTRAGÓN: Ah, pues no sé.

(Ambos intentan recordar.)

VLADIMIR: ¡Ya sé! Porque nos íbamos a ahorcar.
ESTRAGÓN: ¿Por qué?
VLADIMIR: No sé.
ESTRAGÓN: ¡Ya lo tengo!
VLADIMIR: ¿Qué tienes?
ESTRAGÓN: ¿Yo? Yo no tengo nada, Didi.
VLADIMIR: ¿Entonces qué dices?
ESTRAGÓN: Digo que ya sé lo que debemos hacer ahora.
VLADIMIR: ¿Qué?
ESTRAGÓN: ¡Ir a buscar una piedra!
VLADIMIR: ¿Para qué quieres una piedra?
ESTRAGÓN: Para no robársela a Pozzo, ¿no?
VLADIMIR: Es verdad. Vamos, Gogo.
ESTRAGÓN: Venga, vamos.

(No se mueven.)