domingo, 29 de abril de 2012

El último susurro

Ardieron mis alientos en el fuego
y nuestras risas murieron de lástima.
Eternas llamas de amores de invierno
un día sin viento fueron apagadas.

No hielan el Sol ni paran el tiempo,
ni florecen ya nunca esas miradas.
No brillan los ojos ni los sentimientos,
ni el metal de las espadas del alma.

Ya no eran mis ojos los que hacían
en tu cara brillar las esmeraldas.
No eran ya mis manos las que harían
por tu rostro mil senderos de magia.

Ardía un sueño. Ardía una esperanza.
Y nuestras bocas quedaron selladas.
Ya no tenía el corazón palabras.
Todo estaba dicho. No quedaba nada.

Nuestras vidas en silencio quedaban.
Nuestras voces se oían ya lejanas,
y sólo susurraba entre las llamas,
por última vez, un “no te vayas”.

4 comentarios:

  1. Me gusta mucho este verso "ni el metal de las espadas del alma", la metáfora es preciosa, y el que tengas los ojos verdes y hables de esmeraldas...! :)
    Por cierto, ¿cúal es el que presentaste al concurso? que no sé si lo leí...

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  2. jaj gracias, me alegro de que te guste :)
    al concurso presenté el que se llama "Vida" (el que más me gusta) y "Cogito ergo sum", que no me gusta mucho pero es el que ganó :D

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  3. c'est super!
    para no tener nada que decir dices mucho, eh!

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  4. jaj merci, madame!
    sí... mi blog es una contradicción como la vida misma !! xDD

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