y
nuestras risas murieron de lástima.
No
hielan el Sol ni paran el tiempo,
ni
florecen ya nunca esas miradas.
No
brillan los ojos ni los sentimientos,
ni
el metal de las espadas del alma.
Ya
no eran mis ojos los que hacían
en
tu cara brillar las esmeraldas.
No
eran ya mis manos las que harían
por
tu rostro mil senderos de magia.
Ardía
un sueño. Ardía una esperanza.
Y
nuestras bocas quedaron selladas.
Ya
no tenía el corazón palabras.
Todo
estaba dicho. No quedaba nada.
Nuestras
vidas en silencio quedaban.
Nuestras
voces se oían ya lejanas,
y
sólo susurraba entre las llamas,
por
última vez, un “no te vayas”.
Me gusta mucho este verso "ni el metal de las espadas del alma", la metáfora es preciosa, y el que tengas los ojos verdes y hables de esmeraldas...! :)
ResponderEliminarPor cierto, ¿cúal es el que presentaste al concurso? que no sé si lo leí...
jaj gracias, me alegro de que te guste :)
ResponderEliminaral concurso presenté el que se llama "Vida" (el que más me gusta) y "Cogito ergo sum", que no me gusta mucho pero es el que ganó :D
c'est super!
ResponderEliminarpara no tener nada que decir dices mucho, eh!
jaj merci, madame!
ResponderEliminarsí... mi blog es una contradicción como la vida misma !! xDD