sábado, 4 de febrero de 2012

Claro de Sol

Cuando el Sol comprenda mis suspiros en el viento
y llene de luz la esperanza que en mí sembraste,
me llenarán tus ojos de lágrimas por dentro;
las mismas lágrimas que en mi corazón dejaste.

Las mismas gotas amargas que al cielo escaparon
desde los ojos que mirando siempre adelante,
se cansaron de la muerte, la vida y los años,
de los buenos y malos, pero no de esperarte.

Alegrías y esperanzas que en el alma libraron
eternas batallas entre la vida y la muerte,
desde el día que los primeros ojos miraron
a los dioses del amor, el azar y la suerte.

Cuando el Sol comprenda los sueños que al atardecer
cada día a tu sonrisa temía deberle,
por todos los ojos que en ella pudieron leer
el escondite de su felicidad ausente.

Cuando el Sol comprenda mis suspiros en las olas
de aquel mar que con tus aguas doradas llenaste,
por ríos pintados de verde nadarán solas
las alegrías que de mí, sin querer, robaste.


Venceremos al miedo que nos hizo inmortales.
Los sueños perdidos volverán a sus hogares.
Se irán para siempre los recuerdos del desastre.
El Sol entenderá que no era fácil olvidarte.